Por: Felipe Arteaga
En ocasiones sentimos que el trabajo, nuestro matrimonio, la situación financiera o cualquier otro motivo nos pueden estar haciendo sentir momentos críticos, de tensión, de estrés.
Bien sea uno o varios de estos aspectos, cualquier situación que afecte el normal desarrollo de nuestra vida merece que hagamos un alto en el camino, reconsideremos la forma en que lo estamos afrontando y planeemos un solución.
Reconozco que no todas las situaciones que se presentan son fáciles de manejar. Existen momentos muy duros en la vida, como la pérdida de un ser querido, la pérdida de nuestra fuente de ingresos, etc. Sin embargo, recordemos lo que siempre repito: “Nada es eterno, ni siquiera el sufrimiento”. Aunque se demore, otra fuente de ingresos seguramente encontraremos. A la muerte debemos afrontarla, pues es lo único en la vida que no tiene otra alternativa, algún día nos llegará. Otros problemas seguramente tendrán solución, debemos analizar con cabeza fría las diferentes alternativas y buscar soluciones. Algo se nos ocurrirá.